sábado, 5 de mayo de 2012

Golpe de Estado y Derechos Humanos


Cuando hablamos de derechos humanos, estamos hablando de un permiso para obrar de una determinada manera, para obtener una viva digna, es decir, de todo aquello que se necesita para desarrollarse plenamente. No interesan, sexos, religiones, situaciones sociales, lenguas, ideologías, resumiendo, ninguna condición para que se prohíba pensar, ser o actuar de cierto modo.

Juicio y Castigo


Era la mañana del 26 de Marzo y la mayoría de nosotros no era realmente conciente del importante hecho que iba a llevarse a cabo en Oroño 940.

Algunos de los involucrados aguardaban esperanzados que finalice por fin lo que en el 2001 había comenzado; La sentencia a los genocidas Díaz Bessone, Mario Marcote, Chomicky entre otros. Juicio Y Castigo, eso es lo que esperaban todas las personas reunidas en frente del Tribunal Oral Nº 2 de Rosario donde se daría la condena.

“Cuando no recordamos lo que nos pasa, nos puede suceder la misma cosa”

Schiavoni, Ma. Eugenia. 

En el marco del dictamen de sentencia a los involucrados en las desapariciones durante el Golpe de Estado de 1976, el 26 de marzo hubo una amplia convocatoria popular fuera de los tribunales de la ciudad de Rosario, donde se estaba llevando a cabo dicho juicio. Militantes de agrupaciones políticas, familiares de desaparecidos y demás ciudadanos se agruparon para oír cual sería la pena a cumplir por los genocidas.

Cárcel común, perpetua y efectiva

En el mediodía de ayer, 26 de marzo de 2012, continuaron las sentencias a alguno de genocidas de la década del ’70. El fallo, considerado histórico por gran parte de los medios locales, terminó con treinta años de impunidad al condenar a cadena perpetua al ex-comandante del II Cuerpo de Ejército, Ramón Diaz Bessone y José Rubén Lofiego. El mismo caso se dio con los ex policías Mario Marcote, penado a 25 años de cárcel; Ramón Vergara, a 12 años; y José Carlos Scortecchini, condenado a 10 años.